FRENTE A FRENTE

FRENTE A FRENTE

Solos
tu y yo
y el cielo
mirando
observando
silenciando
callando
diciendo
para sus adentros
mira
míralos
que majetes están
que majetes son
y tu y yo
sentados
mirándonos
cubiertos
por una sábana
blanca
que no nos delata
que nos esconde
que nos da luz
y color
y calor
y tu y yo
desnudos
tu y tu cuerpo
yo
y el mío,
dos que quieren ser
uno.
Y todo es blancura
y todo es tranquilidad
y tu me miras
y yo te miro
y nadie se marcha
y nadie se mueve
y nadie quiere
que se rompa
este sinsentido.
Estamos bien
estamos juntitos
estamos como dos pasteles
exquisitos.
Listos para comerse
para saborearse
para estamparse
contra cuerpos
bajo una sábana
bajo el cielo
bajo la ternura
bajo los sentimientos
bajo mi cuerpo
el tuyo
y sobre el mío
la caricia de tus dedos
rozando mi espalda
mi cuello
mi pelo
mi frente
mis ojos
tus labios
se pegan a los míos.
Solos
tu y yo
sonriendo
frente a frente
TE QUIERO
TE AMO
TE DESEO AHORA MISMO
AMOR
AMOR
AMOR MÍO.



COMUNERO

YA NO SÉ QUIÉN ERES

YA NO SÉ QUIÉN ERES

Ya no sé quién eres
tu cara se me olvidó
si ayer te hablé de amores
hoy solo puedo hablar de dolor.

Ya no me acuerdo
qué fue, qué ocurrió.
Algo que me dijiste
algo que entendí yo.

Nunca me demostraste
tener confianza en mí
y siempre me repetías
de tus sentimientos por mí.

No te conocí nunca,
jamás me dijiste tus gustos
ya no quiero estar contigo
ya no quiero, ya no.

Si, ayer te quise
mejor dicho, era cariño,
como el que tiene un capricho
escondido, ahora estoy triste.

Yo quería ser tu amigo,
que hablaras de todas tus cosas
de lo que hacías al día
pero tu no querías eso,
solo querías que yo te hablara
que te entretuviera
y tu callada.

En fín, si no nos vemos
puede que sea lo mejor.
Tu me echarás de menos
y yo, yo no sé, a lo mejor.

Tu me guardarás el rencor de siempre
como el que pierde a su amor
y por no saber comprenderle
te enfadarás y le convertirás
en tu enemigo peor.

Ya no sé quién eres
tu cara se me olvidó
si ayer te hablé de amores
hoy solo te puedo decir
ADIÓS.


COMUNERO

DECIR ADIÓS PARA SIEMPRE...

DECIR ADIÓS PARA SIEMPRE

Decir adiós
es como ver
la mano de Dios
separarse de la tuya,
como si las yemas de los dedos
se rozaran sin tocarse
pero que segundo a segundo
se ven cada vez
más lejos.

Decir adiós
es sentir que el alma se detiene
que algo se pierde
y una lágrima se asoma
en el balcón de los ojos
tan curiosa
que salta y se deja caer
por el vacío de nuestras mejillas
dejando un sendero reluciente
tan transparente
que los poros de la piel se cierran
como si no quisieran saber
de lo que ocurre fuera.

Decir adiós
es contemplar
entre brumas una sombra
que se difumina y se acorta
llegando un momento de total invisibilidad.
Es como una niebla llena de oscuridad
donde la luz no puede atravesar
y un frío glacial nos arropa.

Decir adiós para siempre
es firmar la sentencia de muerte
y enterrar una vida en la tumba.


COMUNERO

NO VOLVEREMOS A VER

NO VOLVEREMOS A VER

No te volveré a ver
ni tu volverás a verme
los días claros y alegres
quedarán encerrados sin sol.

Podrás escribir
recitar los versos que escriba
pero nunca verás
ni mi cara
ni mi boca
ni mis manos
ni mis labios
ni nada que te acerque a mí.

Porque entre tu y yo NO HA HABIDO NADA,
y lo que hubo se desvaneció,
el pescado quedó vendido
¿que nos falta?
¿Nostalgia?
¿Recuerdos?
¿Olvidos?
¿Echarnos las culpas para estar más contentos?

La valentía que siempre tuviste
salió a la luz cuando yo ya no estaba.
Demasiado tarde para empezar
demasiado pronto para parar.
Hay una señal de stop
y el semáforo se ha puesto rojo.

Decidido está
escrito queda
No me volverás a ver
ni yo a tí tampoco.

COMUNERO