miércoles, 12 de junio de 2013

SOLITARIO






SOLITARIO

Da pena
no tener a alguien cerca
al que decir TE QUIERO.
Es como si uno perdiera
las ganas de mirar
como si los sueños se desvanecieran
y de la noche solo salieran
monstruos con ojos y afilados dientes .

Solo te apetece llorar.
Pensar qué fue lo que hiciste mal.
Interrogar al viento
porqué no puedo cambiar
porqué siempre me pasa esto,
y eso que lo intento.
No quiero fiarme
ni dar rienda suelta a mis sentimientos
porque sé que en cualquier momento
me la van a dar.
Y aún sabiéndolo
sigo metiendo la pata.
No solo una, ni dos, ni tres,...
ya no sé ni cuántas van.

Pero, bueno.
Tendrá que ser así.
Seguro que cuando nací
en mi estrella estaba escrito ...
NUNCA APRENDERÁS,
y mira que me empeño
y me aplico siempre el cuento,
pero no hay forma
de una u otra manera
aquí me véis y aquí me encuentro,
compuesto y sin novia,
sin traje y sin sombrero
acompañado de un cigarrillo
y de su humo cuando lo enciendo
que subiendo lentamente al cielo
me hace imaginar y escribir
y llenar sin moverme
la habitación con mis sueños.

COMUNERO

domingo, 2 de junio de 2013

NO VOLVERÁS






NO VOLVERÁS

Ya no quieres venir
aquí
junto a mí.
A calentarme la espalda
con tu cara
sin mentir.
A sentir que las miradas
son así
tan francas y tan claras
que sin decir ni una palabra
se pueden decir
mil.
¡Pues lo siento, porque son
como el sonido del tambor,
como el latir de un corazón
cuando estás cerquita de mí!

Y entre la bruma y las sombras
de este tejado descompuesto
te espero 
haciendo de los días
un pañuelo
convirtiendo en cenizas
los recuerdos
saboreándolos como un niño rechupetea un caramelo
sin separarse de mí.
Abrazándose a mi cuello
susurrándome TEQUIEROS
como esas voces en la niebla
de marínicas sirenas
que hipnotizan y que envuelven
y me empujan a las rocas
sin parar de sonreír.
Estás y no estás.
Mis ojos te pueden ver sin verte
mis oidos escucharte sin oírte
mi piel tocarte,
sentirte,
estremecerse...
Vives entre mis labios
entre mis manos
entre mis dedos.
Te acurrucas y te escondes
en las neuronas de mi cabeza
allá donde el pensamiento se refugia
allá haces tu, tu cueva.
Donde las noches traen perfumes de hierba fresca
donde las estrellas son rosas tempranas
y la luna una cantante de porcelana.
¿Y no quieres venir?
¿No quieres calarte de sueños?
¿No quieres notar los temblores
ni quieres soplarle al viento
y decirle cuánto tiempo
sin verle a usted por aquí?
No, no vas a venir.
No sé porqué digo esto
si por más que ahora lo pienso
no quedaba ya remedio
y tocaba decir
FIN.

COMUNERO