Día de lluvia gris, de tiempo frío y narices rojas,
Ojos medio llorosos, manos pálidas que se frotan
intentando darse calor, respirando un vapor
que se escapa por la boca.
Lágrimas de unas viejas, cuchicheos en las callejas,
pasos que van deprisa por coger un asiento en misa.
Un cura medio aniñado sube hasta el altar
con su cara angelical da rienda suelta a sus exclamos.
Y los cementerios siguen estando, abiertos a todo aquel
que quiere ir a ver a los vivos que se han marchado.
Recordarlos con dulzura, sus risas, sus miradas,
aquellas tiernas caricias que nos dieron con alegría
sin esperar nada a cambio.
sin esperar nada a cambio.
Y los tenemos presentes, como si el tiempo se volviera ausente,
como si no hubiera ocurrido nada, como si fueran vivos fantasmas
mirándonos desde el cielo, resucitados.
Hoy es el día de Todos los Santos, un día como tantos otros
si no fuera porque a la vez nos vamos quedando vacíos,
si no fuera porque a la vez nos vamos quedando vacíos,
si no fuera por que a la vez recordamos como eran ellos,
si no fuera por que a la vez nos vamos quedando más solos.
si no fuera por que a la vez nos vamos quedando más solos.
COMUNERO
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