jueves, 19 de abril de 2012

MI REFUGIO



MI REFUGIO


Un buen refugio
está debajo de las sábanas.
Y el mejor momento
cuando todo está en calma.
Tu te tumbas
te tapas,
te acurrucas
y dejas que tu mente se evada.
De repente
van aparenciendo las caras.
Las sonrisas de la gente,
los ojos,
los labios,
las palabras...
Y escuchas
(aunque todo está en silencio)
como si te susurraran
como si en tus oídos soplara
un viento.
Y vas entrando en calor
y ese calor te da sensación
de estar junto al fuego
parece como si un juego
se fuera a jugar a las llamas del hogar
que tienes debajo.
Sueñas,
flotas como si fueras una nube.
Sales en busca de aire
retiras las mantas
respiras.
La oscuridad de la habitación
se hace tan pequeña, tan prieta,
tan repleta de imaginaciones tuyas
que la soledad ya no es solo
cerrar los ojos y no ver,
es sentir que ya no está.
Que tu presencia la llena.
Que no hay mejor respuesta que saber
que eres tu
y solo tu
quien da vida y color a este mundo.

COMUNERO