viernes, 30 de diciembre de 2011

COMO TU


COMO TU

A veces, es tan bonito enamorarse,
pensar mil bobadas en la cama,
soñar que tienes a tu querida dama
sentada a tu lado, mirándote
y que te ríes y que la hablas
como si te fuera a contestar
entre las cortinas,
desde las rendijas de la persiana.
No sé.

Y pienso, ¿qué fue de aquella chica,
la que me escribía aquellas cartas,
la que me decía que estaba loca
y que sentía que su alma se marchaba
en cada una de esas palabras
emborronadas en tinta,
como alambres retorcidas,
que había que estirarlas
para saber qué es lo que ponía?
Con sus AILOVIUS, sus YETEMS,
sus MALDITOBOLIGRAFOAHORATEQUEDASINTINTAJOEEERR.

Y los dibujos de caras, de ojos con mil pestañas
que me miraban y me asustaban porque
al abrirlas eran los primeros que me saludaban.

Se fue.
Se marchó en silencio
como el viento frío de un invierno gris
como las hojas secas, olvidadas y muertas,
como aquella época tierna y feliz
que, alguna vez se recuerda si,
como aquella puerta entreabierta,
como tu boca, como tu cara,...Como tu,
alguna vez.


COMUNERO

jueves, 22 de diciembre de 2011

STRANGE B.S.O.


STRANGE B.S.O.

Nunca supe de eso
que el amor enseña.
Nadie me dijo, besa.
Yo no entendía de besos.

Mi vida era un río
tranquilo,
sin sorpresas,
como un espejo
que solo mira
y todo refleja.

No tenía prisas,
pero el tiempo corre.
Y sin darme cuenta
pasé de un muchacho
a hombre.

Conocí una vez
un amor distinto.
Caminaba alegre
aunque había veces
que no podía.

Había momentos
que se entristecía
y aunque su mirada
quería reír
no disimulaba
que su corazón lloraba
y me hacía sufrir.

Me compadecí
y le dí mi abrigo.
Parecía ausente
y latía tan fuerte
que si una ardilla
se colara dentro
sería acogida
como una ahijada
y en modo altruista
abanderada
de aquella muchacha
que la protegía.

Yo me reía con ella
y ella, también conmigo.
Me dolía la tripa,
a ella el pecho.
Resoplamos deprisa
mirando al cielo.

Me acostumbré y un día
sin proponérmelo
la besé en la boca
con tantas ganas
que se grabó en mi córnea
aquel recuerdo.

Hoy, ya les he dicho,
no soy un chaval,
pero cuando sueño siempre
me suelo acordar
del suceso aquél
y del beso dado sin negociar.


COMUNERO




jueves, 15 de diciembre de 2011

MERO ESPECTADOR

Siempre que se dice hola,
hay alguien que dice adiós.




MERO ESPECTADOR

No me gusta buscar,
aunque si, que me encuentren.
No tengo que encontrar nada
porque si nada tengo,
nada se pierde.

Me gusta ir caminando
y charlar con la gente,
reírme y pasar un buen rato,
que me solucionen las dudas pendientes,
y si no me cuesta dinero
y no es mucho pedir
reunirme al día siguiente.

También me gusta la música,
a poder ser de guitarra,
bien clásica o andaluza,
que dé lástima o que rumbee
o si estoy haciendo algo
ni entretenga, ni moleste,
solamente que me cuente
una historia imaginaria.

Como ya les dije antes
no me siento atado a nada,
creo que todo ocurre
igual que en un río fluye
el agua.

Soy un mero espectador
que deja pasar el tiempo,
recordando los momentos
en que el río por segundos
me habla.


COMUNERO


lunes, 12 de diciembre de 2011

TRANSPARLANTES



TRANSPARLANTES

¿Qué secreto escondes?
¿Qué secreto callas?
¿Qué secreto dices
entre esas palabras?
Palabras que de tu boca
en silencio hablan.
Que vienen como las olas
y arrastrándose se marchan.
Palabras entre los dedos
que detenidos se quedan
esperando otros dedos
que resuelvan y te muevan.
Y no dices ni si ni no,
ni si voy, ni si vengo.
Eres como un muro
que manchado da en el blanco
y limpio, parece mudo.
Y me paro
y te leo.
Y me dejo llevar
por tus sueños.
Sé que mis pies
están clavados al suelo,
aunque tu, en silencio
me quieres hacer creer
que me levanto
y me elevo.
Como si el tiempo
se hubiera parado.
Como si esto que estoy haciendo,
leer,
fuera una forma de hablar
a través,
de mi imaginación.

COMUNERO

sábado, 10 de diciembre de 2011

MI MIEDO Y TU



MI MIEDO Y TU

El miedo que yo tenía
te volvía más valiente
y las dudas que me envolvían
tu siempre las resolvías
con una parsimonia indolente.

Y es que solo había algo
peor que las propias dudas,
que el propio miedo,
que la parsimonia,
lo peor de todo era
sentir que todos los años
iban lentamente pasando
y no tener a nadie cerca.

Alguien en quien la amistad
no fuera una condena,
ni un vivir sin vivir,
ni un tener que buscar respuesta.

Alguien que me alegrara
sin tener que discutir.
Alguien que le gustara
la tarea de compartir.
Que no se callara,
que me dijera lo que pensaba
aunque fuera una bobada,
aunque fuera una ocurrencia,
o yo qué sé,
una vivencia
que tuvo en algún sueño,
un recuerdo,
una confidencia...

Y así ví pasar el tiempo.
Escribiendo y sin parar.
Creyendo que una máquina
podría darme ese acompañamiento
que no me daba persona humana
porque si me cansaba la apagaba
y mañana si tenía ganas
la volvía a enchufar.

Pero me faltaba algo.
Un contacto, una sonrisa,
una lágrima,...
El HOLA de bienvenida,
el ADIOS de un pañuelo blanco.
Un beso en la mejilla,
las miradas, las caricias,
los movimientos de los labios,...
El guiño de unas pestañas,
sus dedos desgreñando mi pelo alborotado.
Recorrer valles y montañas
sucumbir a sus encantos.
Encontrarme por las mañanas
cuando el día estuviera empezando
con mil besos por la cara,
por el cuello,
por los hombros,
por los dedos de las manos,...

Que la vida fuera una apuesta
por superar todas las metas.
Que la normalidad
no fuera normal.
Saber que nunca más
los días serían iguales
y que el miedo que yo tenía
por fin se marcharía
y que tu seguirías aquí
cerquita de mí
como dos baquetas
tocando el mismo tambor,
como los latidos de un corazón,
como dos almas proyectadas en ascensión
a cumplir sus sueños,
a volverse bellos a través del viento,
a quererse más y más,
y más,
y más y más...


COMUNERO

jueves, 8 de diciembre de 2011

SI TU...



SI TU...

Si tu supieras cuánto te quiero...
si tu supieras que por tí muero...
si tu supieras que sin querer
quisiera ser el guardián de tus sueños
y convertirme en el dueño
que tanto deseas.

Si tu supieras lo que ahora pienso...
Si tu supieras, si tu supieras,...


COMUNERO

sábado, 3 de diciembre de 2011

DICIEMBRE




DICIEMBRE

Qué despacio pasaban las noches
y qué alegría me daba estar contigo.
Te veía con tu gorro de lana
tus guantes y tu bufanda
tus calcetines rojos
y las botas de montaña.
Soñaba que tenía tus labios
aquí cerquita, pegados a los míos.
Nuestras narices coloradas
se tocaban y sonreíamos.
Sentía que tus manos me rozaban
que mis dedos recorrían tu figura
que el calor que los dos nos dábamos
se convertía en una hoguera
imposible de apagar.
Imaginaba que nuestros ojos
se clavaban en nuestras pupilas
que la saliba de nuestras bocas
se mezclaba una con otra
que respiraba y respirabas
y el oxígeno de tu pecho
mi pecho también llenabas.
Y sé que era Diciembre porque
en mi ventana cristalitos se formaban
de escarcha como diamantes
yo plasmaba un beso tan fuerte
y tan ardiente, que creía que detrás
al otro lado del cristal,
a la mañana siguiente
tus labios allí seguían, pegados...
MMMMMUUUAAAAAAKKKKK

COMUNERO