jueves, 22 de diciembre de 2011

STRANGE B.S.O.


STRANGE B.S.O.

Nunca supe de eso
que el amor enseña.
Nadie me dijo, besa.
Yo no entendía de besos.

Mi vida era un río
tranquilo,
sin sorpresas,
como un espejo
que solo mira
y todo refleja.

No tenía prisas,
pero el tiempo corre.
Y sin darme cuenta
pasé de un muchacho
a hombre.

Conocí una vez
un amor distinto.
Caminaba alegre
aunque había veces
que no podía.

Había momentos
que se entristecía
y aunque su mirada
quería reír
no disimulaba
que su corazón lloraba
y me hacía sufrir.

Me compadecí
y le dí mi abrigo.
Parecía ausente
y latía tan fuerte
que si una ardilla
se colara dentro
sería acogida
como una ahijada
y en modo altruista
abanderada
de aquella muchacha
que la protegía.

Yo me reía con ella
y ella, también conmigo.
Me dolía la tripa,
a ella el pecho.
Resoplamos deprisa
mirando al cielo.

Me acostumbré y un día
sin proponérmelo
la besé en la boca
con tantas ganas
que se grabó en mi córnea
aquel recuerdo.

Hoy, ya les he dicho,
no soy un chaval,
pero cuando sueño siempre
me suelo acordar
del suceso aquél
y del beso dado sin negociar.


COMUNERO




2 comentarios:

  1. Feliz Navidad también para ti, MAR, y para todos tus seres queridos.
    Espero que el año que viene sea generoso contigo y te traiga todo lo que pidas.

    Un abrazote muy fuerte.

    ResponderEliminar