ENTRE LAS PIERNAS
Diosss, yo no sé qué pasa
que cuando esa chica pasa
algo en mí se mueve,
como un pajarillo
que quisiera salir
y no puede.
Y solo es con ella
porque pasa otra
y nada, la cosa se queda enroscada
constreñida, adormilada,
como si estuviera agotada
incluso yo diría, aburrida,
y solo sale a que la dé el aire
o a hacer sus quehaceres
como cualquier otra.
Y ahora mismo, la ves aquí,
tan tranquila, tan parada,
descansando en mi regazo
calentita, tan bonita
que dan ganas de besarla
pero por no despertarla
la dejo ahí tapadita
y, sin embargo,
el perfume de esa moza
de un plumazo la resucita
dirigiendo los latidos
hacia el punto elegido
cual flechazo, sin demora
y sin respeto a su dueño,
que vivo como en un sueño
sin saber si delante hay público
mirando.
Y me hace pasar unos ratos
de sudores y escalofríos
porque uno quiere sonreír,
echar la vista a otro lado,
que nadie pueda descubrir
el animal que se lleva colgando
entre las piernas, escondido.
Jajaja.
COMUNERO
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